La madre de la chica quiere que el proceso se concrete cuanto antes y, obviamente, pide un castigo ejemplar para los acusados: como lo ha venido exigiendo cada vez que tiene la oportunidad de salir en la prensa o de realizar alguna marcha clamando Justicia por la horrible muerte de su hija.
Hace casi un mes que se llevo a cabo la audiencia preliminar por este caso, nadie en esa oportunidad habría objetado nada para que la causa no continuara hacia la realización del debate y entonces, así las cosas, según la madre de la víctima, no hay excusa alguna para que se siga demorando el juicio oral y público contra Laura Vargas –a quien se la acusa de ser la autora material del homicidio (actualmente presa en Comodoro), Lorena Oyarzo, Karen Campusano y su novio Luis Samusik; estos últimos imputados de ser cómplices del crimen, los que colaboraron con el traslado de la víctima hacia el lugar en donde creyéndola muerta la incineraron.
La chica –que tenía 25 años cuando encontró la muerte de esa horrenda manera—fue golpeada por la presunta asesina hasta caer desmayada porque se habría negado a mantener relaciones sexuales en una reunión que esa madrugada del 2 de setiembre se llevó a cabo en la casa de Laura Vargas, desde donde horas después –aún inconsciente– la sacaron envuelta en una frazada, la cargaron en la parte posterior de un auto –presuntamente el de Samusik—y la llevaron hacia el descampado en donde al día siguiente, el 3 de setiembre, un transeúnte descubriría su cuerpo totalmente quemado entre yuyales, chatarra y basura en la zona oeste de Trelew.
La madre, por esas horas, aún la andaba buscando después de denunciar su misteriosa desaparición tras ausentarse repentinamente del domicilio en el que ambas convivían.
Es muy probable que desde la fiscalía pidan en el juicio la condena de Laura Vargas por “un homicidio criminis causa”, que tiene como castigo la prisión perpetua, y que acusen de distintas participaciones en ese delito a sus supuestos cómplices; al hombre y a las otras dos mujeres involucrados en el caso. A ellos, precisamente, se les atribuyen haber colaborado en el traslado de la chica hacia el basural en donde fue quemada.