“Nosotros estamos literalmente tocados porque nuestro principal mercado es el turístico”, lamentó el dirigente de Juntos por el Cambio.
“Generalmente la gente se iba de Pirámides durante el año, pero en medio de la pandemia en su gran mayoría se ha quedado a hacer la cuarentena, resulta un lugar más seguro dentro de la gran burbuja sanitaria”, analizó Gandón.
“La nueva dinámica y los formatos cotidianos están dados por los protocolos y las capacidades de carga, y entendemos que todo debe ser igual en toda la Península Valdés”, indicó.
“Nosotros hemos instalado a fines de marzo el primer puesto de control sanitario y sanitizante, ahora le hemos puesto cámaras, incluso con toma de temperatura, para que la gente tenga la sensación de que ingresa a un destino seguro”, destacó.
“Nos han llamado por teléfono la gente con ganas de itinerar por estos pagos, pero las actividades recreativas están vedadas. Hoy solamente estamos autorizados los vecinos y las personas que realizan actividades esenciales”, remarcó.
“Habrá habido alguna demora, pero no hemos padecido el desabastecimiento. Tenemos los casos en que llegan los proveedores de Trelew o Madryn, pero también en el caso de los emprendimientos más pequeños van a buscar ellos los insumos. Igual sólo están funcionando los almacenes, el resto está replegado”, explicó.
“Siempre tenemos la esperanza de que esto tenga un punto final, aunque en el horizonte la incertidumbre es importante”, admitió Gandón.
“Hablando de ballenas, la ventana se va cerrando cada vez más, y anhelamos que la apertura del turismo comarcal nos permita subsistir. Habíamos hablado desde principios de junio de abrir el 1º de septiembre, pero la realidad sanitaria nos tiró para atrás”, lamentó.
“Estamos siendo muy austeros, no tenemos recaudación y nos vemos obligados a serlo, se vienen honrando los haberes de los trabajadores municipales, los de planta política y los contratados también. Pero lo vamos viendo semana a semana, con mucho sacrificio, es angustiante”, precisó sobre las finanzas del municipio.
En cuanto a obras, puntualizó que “está todo parado, lo único que estamos viendo es mover un intertrabado que quedó pendiente de la gestión anterior, lo más importante es eso, la iluminación y lo más importante, la provisión de agua para la temporada estival que nos permita pasar la cumbre de los primeros días de enero.- Todo eso lo contemplamos dentro de la obra que requerimos a través del Programa Argentina Hace”.
“Dentro de una apertura esperamos un montón de gente. Hoy la gente no tiene la posibilidad de ir a otras comarcas o provincias y entiendo que los vecinos comarcales querrán venir a Península Valdés y a visitarnos, con lo que cual entiendo que vendrá bastante gente”, proyectó Gandón sobre el futuro inmediato.
“Pero el otro escenario son las capacidades de carga. Pensando en el camping, tenemos que establecer el distanciamiento social y ya estamos trabajando con las autoridades y los técnicos, seguramente vamos a tener novedades para fines de octubre y las vamos a informar por todos los medios posibles para que los visitantes sepan con antelación cuáles serán las nuevas medidas”, especificó.
“Seguramente la capacidad de recepción de gente será menor, es la visión que tenemos, habrá que ser serios y prudentes ante el acto pandémico. No podrá haber hacinamiento para evitar posibles contagios”, advirtió el intendente de Pirámides.
“El ingreso se puede controlar hasta cierta medida, es un punto en el que habrá que buscar coincidencias con el Ministerio de Turismo porque el Área Protegida también necesitará recaudar”, consideró.
“Si no ajustamos las marcas con la administración las cosas se pueden complicar, tenemos que trabajar en conjunto sobre las capacidades de carga”, insistió en el final.