La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó su postura en contra de la subordinación ante Estados Unidos y exigió un «trato entre iguales» en la relación bilateral. Sus declaraciones ocurren a dos días de la imposición de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump.
En un evento en Colima, Sheinbaum enfatizó que México no aceptará imposiciones desde Washington. «Cooperación y coordinación, sí; subordinación, nunca», afirmó, en referencia a las exigencias de EE.UU. en materia comercial y de seguridad.
Trump anunció aranceles del 25% a México y Canadá, además de la revisión del T-MEC en 2026. La aplicación de estos gravámenes fue postergada hasta el 4 de marzo, mientras EE.UU. presiona por mayores esfuerzos contra el crimen organizado y la crisis migratoria.
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Sheinbaum subrayó que su gobierno no permitirá injerencias que afecten la soberanía nacional y que la relación con EE.UU. debe basarse en el respeto mutuo. «México es un país libre, independiente y soberano, y se le respeta», declaró.
El gobierno mexicano reiteró su compromiso en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, pero bajo sus propios términos. Estas declaraciones surgen tras la decisión de EE.UU. de designar a algunos cárteles mexicanos como grupos terroristas.
Sheinbaum dejó claro que México no cederá a presiones externas que comprometan su autonomía. Mientras se acerca la fecha de imposición de los aranceles, la tensión diplomática entre ambos países sigue en aumento.
Fuente: DW.
Imagen: Fernando Llano/AP/dpa/picture alliance.
