“Estamos en Junín esperando que nos llegué la autorización nacional para ir a Córdoba. Con los nenes se torna complicado, principalmente porque no pueden salir al aire libre”, indicó Alfaro sobre la situación familiar.
“Esperamos que se tomen decisiones. Por suerte en el club volvió todo a foja cero y estamos como antes de la pandemia, todos los contratos siguen vigentes”, destacó en torno al momento institucional de Sarmiento de Junín, después de que versiones que indicaban que el actual plantel podía desintegrarse.
“Creemos que la actividad debe retomarse de manera progresiva y hasta fraccionada”, analizó Alfaro sobre el regreso a los entrenamientos.
“Mientras se respeten las normas y no se ponga en peligro la integridad de nadie, estamos abiertos al regreso. Obviamente hay gente capacitada para hacer los protocolos y decirnos de que manera manejarnos, y nosotros aceptar esas normas y cumplirlas a rajatabla”, fundamentó.
“Ahora tampoco podemos exponernos a ser Conejitos de Indias para ver qué pasa, sería muy preocupante”, advirtió.
Sin embargo, valoró que “creo que precisamente el Gobierno y el fútbol se están tomando el tiempo para dar pasos firmes y seguros”.
Respecto de la posición de San Martín de Tucumán, de que la AFA dicte los ascensos de los dos primeros equipos de la Primera Nacional, Atlanta en la Zona «A» que integra Guillermo Brown de Madryn (ya salvado del descenso) y precisamente los tucumanos en el grupo «B», opinó que «sería un ejemplo pésimo».
«Los dirigentes fueron claros de entrada sobre que el campeonato se deberá seguir jugando, todavía no sabemos si se respetará el mismo formato, con una final entre los ganadores de grupos y el posterior reducido para el segundo ascenso. Pero por supuesto mi opinión es que debe definirse en la cancha, jugando», sostuvo en el final Alfaro.