Roger Tullgren, un sueco de 42 años, fue reconocido por la Justicia como incapaz de llevar una vida laboral normal debido a su obsesión con el heavy metal, lo que le permitió recibir una pensión mensual.
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Roger Tullgren, oriundo de Hasslehölm, Suecia, logró un fallo judicial inédito en su país en 2015. El Tribunal le concedió una pensión mensual de 440 dólares tras considerar que su adicción al heavy metal afectaba su capacidad para llevar una vida laboral plena. Tullgren, un fanático de la música, llegó a asistir a más de 300 conciertos en 2006, lo que provocó que faltara a su trabajo en numerosas ocasiones, lo que eventualmente le costó su empleo.
Con el apoyo de varios psicólogos que coincidieron en que su obsesión con este género musical le impedía realizar actividades diarias, Roger emprendió una batalla legal para que su adicción fuera reconocida como una incapacidad permanente. Tras años de litigio, la Justicia falló a su favor, otorgándole una pensión que complementa su salario en un empleo part-time como lavaplatos en un restaurante.
Este fallo generó controversia en Suecia, ya que fue la primera vez que un fanatismo musical extremo fue considerado como una incapacidad. Además de la pensión, el tribunal permitió que Tullgren mantuviera su estilo de vida, permitiéndole escuchar música durante su jornada laboral y vestir con la indumentaria típica del heavy metal.
Fuente y foto: Ámbito Financiero