El reciente arresto de la activista Rocío San Miguel ha avivado la confrontación entre el oficialismo y la oposición en Venezuela, con acusaciones de supuesta conspiración por parte del gobierno y denuncias de falta de garantías procesales por parte de la defensa de San Miguel.
La detención de la activista Rocío San Miguel ha desatado una nueva ola de confrontación entre el gobierno y la oposición en Venezuela, con acusaciones de conspiración por parte de las autoridades y denuncias de violación de derechos procesales por parte de la defensa de San Miguel.
El fiscal general, Tarek Saab, presentó supuestas pruebas que vincularían a San Miguel con un presunto plan para derrocar al gobierno y asesinar al presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, la defensa de San Miguel ha denunciado que no se le ha permitido designar oficialmente a sus abogados y que no se le imputa el delito de espionaje, a pesar de las acusaciones del fiscal.
MIRÁ TAMBIÉN | El Gobierno británico prohibió el uso de celulares en las escuelas
Además, se ha revelado que San Miguel fue despedida de su cargo en el pasado por motivos políticos, lo que ha generado preocupación sobre el respeto a los derechos humanos y al debido proceso en su caso.
La situación de San Miguel ha generado tensiones incluso en el ámbito político, ya que su caso fue mencionado durante una reunión entre el oficialismo y la oposición para acordar una fecha para las próximas elecciones presidenciales.
La detención de San Miguel y las acusaciones en su contra han puesto de manifiesto las divisiones y la polarización política en Venezuela, y han generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional sobre el respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho en el país sudamericano.
Fuente: Télam