La Policía sudafricana confirmó que 60 cadáveres han sido recuperados en una mina clandestina de Stilfontein, mientras continúan las operaciones de rescate de cientos de mineros atrapados desde hace más de dos meses.
Desde el lunes 13 de enero, las autoridades han intensificado el operativo en la mina de oro Buffelsfontein, ubicada a 160 kilómetros de Johannesburgo. Hasta el martes, 106 mineros irregulares fueron extraídos con vida, mientras que 51 cuerpos fueron recuperados, según informó la portavoz policial, brigadier Athlenda Mathe.
Los trabajadores, conocidos como «zama zamas», en lengua zulu, se niegan a salir a la superficie por temor a ser arrestados y deportados. La mayoría son inmigrantes de países vecinos que operan e n condiciones peligrosas y al margen de la ley. Desde agosto, las autoridades han desalojado a 1.500 personas de explotaciones ilegales.
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El Ministro de Policía, Senzo Mchunu, visitó la mina y admitió que no se conoce la cifra exacta de personas aún atrapadas. «Toda cifra es solo una estimación», señaló. Las operaciones buscan rescatar tanto a los sobrevivientes como recuperar los cuerpos, mientras el lugar permanece fuertemente custodiado.
La policía ha sido acusada de cortar el acceso a alimentos y agua, con el objetivo de forzar a los mineros a salir. Una corte ordenó en noviembre garantizar el suministro básico por parte de la comunidad local, que depende económicamente de las actividades informales alrededor de la mina.
Las actividades clandestinas han generado tensiones con las empresas mineras y los residentes locales, quienes las asocian con el aumento de la delincuencia. La mina de Buffelsfontein, con una profundidad de 2,6 kilómetros, evidencia los riesgos de esta práctica ilegal.
Fuente: DW.
Imagen: Themba Hadebe/AP Photo/picture alliance.