En el documento se hace referencia al procedimiento realizado en la noche del 5 de mayo pasado por el personal de Bomberos ya que las tareas vinculadas al hecho en sí mismo corresponden a la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil).
En el documento elaborado por el Cuartel se señala que la actuación fue “exitosa”, al considerar que se logró evaluar el rescate del piloto y copiloto, subrayando que en el procedimiento se observaron un “sin número de errores, los cuales son muy peligrosos tanto para el personal propio del aeropuerto como para los que colaboramos con la extinción del mismo”.
De esta forma, se enumeró que cuando arribaron las dotaciones de Bomberos Voluntarios, “no había un jefe de emergencia –sino que- había muchas personas dado órdenes”.
Tampoco se había delimitado las zonas caliente, tibia y fría, y los presentes estaban “todos arriba de la aeronave (cuando) en el interior había cuatro tubos de oxígeno” cuando la aeronave se encontraba en llamas.
Otro de los ítems señalados en el informe, es que “no se tuvo en cuenta el combustible que le quedaba” al avión siniestrado y las personas que se encontraba allí en primer término atendiendo la situación no contaba con protección personal.
Solamente había “un equipo estructural”, recordando que incluso “un bombero del servicio de incendio del aeropuerto se intoxicó”, debiendo recibir asistencia médica.
Continuando con el detalle de las falencias señaladas por el Cuartel de Bomberos de Esquel, se remarca que el equipo de corte del aeropuerto y la cizalla “nunca funcionaron” y se debió utilizar los del cuartel.
Otro de los planteos estuvo relacionado a la falta de elementos de iluminación para utilizar en el sitio (ya que era de noche) y que no había presente un jefe de incendio o rescate, provocando que personal del cuartel efectuara un rastrillaje en búsqueda de dos personas que “nunca existieron”.
Otro de los planteos efectuados por el informe de Bomberos estuvo relacionado con tareas de enfriamiento que debió realizar el personal del Cuartel cuando le correspondía a los del Aeropuerto: “Guardaron su unidad y tomaron un descanso, que es correcto y merecido, el enfriamiento de la aeronave era tarea de Bomberos Aeropuerto”, subraya el texto.
Finalmente, recordaron que anteriormente se realizaban simulacros y consideraron que “si se hubieran realizado seguramente estas falencias no hubieran ocurrido –o- se trabajaría más ordenado”.
El documento está firmado por Miguel Andén, jefe del Cuartel de Esquel de Bomberos Voluntarios; y señala que al no haberse realizado los simulacros con la participación necesaria de las partes, “se sabía de antemano que si pasara lo que pasó, los resultados no iban a ser muy alejados.
Sobre el final, remarca que si no hubo consecuencias mayores fue “porque se trabajó con material de la Asociación de Bomberos de Esquel y con 24 bomberos”, además de cuestionar que en el hecho “el Comité Operativo de Emergencias (COE) no existió”, por lo que instó a que los ejercicios se realicen correctamente porque “cuando se realizan mal, los resultados están a la vista”.