Después de tres semanas de esfuerzos y con la ayuda de lluvias, los incendios en el condado de Los Ángeles fueron completamente controlados, dejando un saldo devastador.
Después de tres semanas de lucha, los incendios más destructivos en el condado de Los Ángeles, California, han sido finalmente controlados. La ola de incendios comenzó el 7 de enero y arrasó miles de hectáreas en la región, con el incendio de Palisades siendo el más grave, destruyendo cerca de 9.500 hectáreas. Los equipos de bomberos, apoyados por una tormenta que trajo lluvias intensas el fin de semana, lograron sofocar las llamas.
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Los incendios dejaron un saldo trágico, con al menos 29 muertes y más de 16.000 estructuras destruidas. Además, más de 150.000 personas fueron evacuadas a lo largo de la emergencia. La empresa meteorológica AccuWeather estimó que los daños económicos podrían superar los 250.000 millones de dólares.
Con el control de los incendios, las autoridades levantaron las órdenes de evacuación, mientras la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, expresó su esperanza por una pronta reconstrucción. La situación, sin embargo, está lejos de normalizarse, ya que continúan desaparecidas al menos 14 personas y la investigación sobre las causas del desastre sigue en curso.
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El fin de semana, además, el gobierno local implementó medidas estrictas contra los saqueos, con la policía desplegando un contingente reforzado para evitar robos en las zonas afectadas. La respuesta ha sido enérgica ante lo que el jefe de policía, Jim McDonnell, calificó como «tolerancia cero» con los delincuentes.
Fuente: DW.
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