Si bien la policía califica el óbito como un deceso natural, un médico que examinó el cuerpo determinó que la causa del fallecimiento era “desconocida” y eso motivó que se le diera intervención a un fiscal. El hallazgo se produjo en horas de la tarde de este martes en donde antiguamente funcionó “La Calera”, en el barrio Corradi.
Un hijo apareció en la comisaría, reconoció el cuerpo y reveló su identidad. Era un hombre de 45 años que vivía en la calle y que tenía problemas con el alcohol y el pegamento.
Murió en el lugar que usaba aparentemente para dormir; las ruinas de una construcción abandonada situada entre las calles Burmeister y Rawson. Según la policía, el cuerpo no tenía evidencias de criminalidad (no presentaba golpes, ni heridas) y hacia por lo menos 24 horas que llevaba fallecido. No se descartó que haya muerto de frio.