Son la Ciudad de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y Santa Fe.
Si el Gobierno nacional avanzara con el plan de descentralizar el IVA y dejar un 12% en manos de las provincias, solo tres distritos estarían en condiciones de competir reduciendo la presión fiscal. Así lo advirtió el tributarista Guillermo Pérez, quien señaló que la mayoría de las provincias deberían subir impuestos para mantener sus niveles actuales de recaudación.
La iniciativa del ministro de Economía, Luis Caputo, prevé que la Nación retenga un IVA del 9%, mientras que el resto sería administrado por los estados subnacionales. La intención oficial es fomentar la “competencia fiscal” para atraer inversiones, aunque el esquema no sería viable para todas las jurisdicciones por igual.
Según el análisis del Grupo GNP, únicamente la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y Santa Fe podrían beneficiarse bajando el IVA, ya que actualmente aportan más de lo que reciben por coparticipación. En cambio, 16 provincias necesitarían establecer una alícuota más alta para no perder ingresos.
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Además, otras cinco provincias —Mendoza, Neuquén, Córdoba, Entre Ríos y Santa Cruz— quedarían “empatadas”, es decir, podrían mantener un IVA del 12% sin grandes cambios en su recaudación. Pero no estarían en condiciones de competir fiscalmente con las más favorecidas.
El debate también abre interrogantes sobre el futuro del impuesto a los Ingresos Brutos, que representa cerca del 4% del PBI y es clave para las finanzas provinciales. De eliminarse o reducirse, se necesitaría un IVA adicional de entre 10% y 11% para compensar esa pérdida, lo que podría llevar la presión total al consumo a un 31% o más.
En este contexto, la propuesta de Caputo enfrenta el desafío de lograr consenso político, especialmente en el Senado, donde las provincias más perjudicadas por el nuevo esquema tienen mayoría.
Fuente: Ámbito Financiero.