A Schlenker lo trasladarían a una cárcel bonaerense porque –según se comenta—no habrían caído para nada bien las declaraciones periodísticas que hizo, en las que consideró al penal capitalino como “un campo de concentración”. También, en medio de una verdadera cacería de brujas, estarían buscando al detenido que habló por Radio 3.
Entre los espasmódicos movimientos que se han registrado en las últimas horas –por ejemplo—se dice que liberaron a varios reclusos que desde hace más de siete días se encontraban “engomados” (castigados en sus celdas) y que a todos los llevaron a control médico. A esto, se sumarían las tareas de mantenimiento que se habrían comenzado a hacer de nuevo en todo el penal, después de haber estado suspendidas durante bastante tiempo. Las mismas involucrarían hasta reparaciones y mantenimiento de baños.
Con respecto a la situación de los presos heridos en las sangrientas refriegas del martes, fuentes del penal confirmaron que habría por lo menos cuatro que continúan internados, que dos seguirían graves y que los restantes habrían vuelto al penal. La Justicia Federal todavía no ha hecho ninguna diligencia en los lugares donde ocurrieron los hechos, se aseguró.