Tras el vencimiento de un acuerdo clave con Rusia, Ucrania detiene el suministro de gas hacia Europa, afectando el mercado energético mientras los países de la UE buscan alternativas.
Ucrania cumplió su promesa de suspender el tránsito de gas ruso hacia Europa este miércoles, al expirar el acuerdo que lo permitía. La medida, que se esperaba, marca un hito simbólico tras casi tres años de guerra con Rusia. El Ministerio de Energía de Ucrania justificó la decisión como una acción en “interés de la seguridad nacional” y señaló que la infraestructura del país estaba lista para gestionar el fin del acuerdo.
Aunque esta interrupción no generará una crisis inmediata, sí tiene repercusiones económicas. Ucrania perderá alrededor de 800 millones de dólares anuales en tasas de tránsito, mientras que Gazprom, el gigante ruso del gas, sufrirá una caída de cerca de 5.000 millones de dólares en ventas. Sin embargo, Europa ya se había preparado para este escenario, con alternativas de suministro a través de gasoductos desde Noruega y el incremento de importaciones de gas natural licuado (GNL), especialmente desde Estados Unidos.
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El acuerdo expirado representaba solo un 5% de las importaciones de gas de la Unión Europea, abasteciendo principalmente a Austria, Hungría y Eslovaquia. Actualmente, el gas que llega a Europa desde Rusia lo hace exclusivamente a través del gasoducto Turkstream, que pasa por Turquía y otros países balcánicos. En tanto, algunos analistas esperan un aumento en los precios del gas, pero la preparación de los países europeos debería mitigar los efectos a corto plazo.
La dependencia europea del gas ruso ha disminuido drásticamente desde la invasión rusa de Ucrania en 2022. De un 40% en 2021, la participación de Rusia en las importaciones de gas por gasoducto ha caído al 8% en 2023.
Fuente: CNN Español.
Foto ilustrativa: Sergei Chuzavkov/AP.