No es la primera vez que la institución se ve golpeada por el constante aumento de las tarifas. En 2018 ya habían manifestado las dificultades que tenían para afrontar las cuentas, que pagan con los fondos que les envía la administración de la organización religiosa, sumado a lo que pueden recaudar golpeando puertas en los vecindarios de la ciudad.
Sor María Beatriz comentó que desconoce cuáles son los criterios por los que se rigen las empresas que proveen los servicios, ya que aseguró que todos los meses abonan distintos montos, a pesar de que tienen un consumo regular. Contó que las boletas de Camuzzi aumentaron su valor progresivamente hasta llegar a los 80 mil pesos del último bimestre.
“Primero eran cuatro mil pesos, después 20 mil, 53 mil y ahora estos 80 mil”, precisó. Además, tienen un gasto aproximado de 15 mil pesos mensuales de energía eléctrica. Con estas cifras, se calcula que en lo que va del año ya gastaron 243 mil pesos, en promedio, entre luz y gas.
El lunes por la mañana, la religiosa presentó un reclamo en Camuzzi para pedir que se postergue el pago de la factura. Adujo que no tiene los medios económicos para afrontar semejante suma de dinero y pidió explicaciones sobre los aumentos. Desde la empresa le indicaron que, como las autoridades del hogar no hicieron los trámites para la renovación de la tarifa social, les quitaron el subsidio. “No sabíamos que teníamos que pedirla de nuevo”, dijo María Beatriz.
Solicitó la colaboración de los neuquinos y las empresas que operan en la región para morigerar el impacto de las facturas en la economía del hogar, que se ve diezmada con cada tarifazo. “Yo insto a la sociedad a que reemplace los gastos superfluos por la beneficencia, que le dé al pobre y disfrute de compartir”, expresó.
La Congregación de las Hermanitas de los Pobres fue creada en 1839 y llegó a la ciudad en 1967.