Un estremecedor caso sacudió a Chile cuando Sonia del Carmen Paillao Calfucura, de 51 años, fue detenida por el homicidio de su hijo, Marco Antonio Cantillana Paillao, de 28 años. El joven, víctima de un tiroteo en 2018, había quedado cuadripléjico y dependía de un respirador artificial para sobrevivir. La mujer desconectó la máquina que mantenía a su hijo con vida, alegando estar «cansada» de cuidarlo.
La tragedia ocurrió en La Pintana, una comuna de Santiago, cuando un vecino fue testigo del fatal acto. Según su relato, Sonia manipuló el equipo médico de Marco mientras él se encontraba en su cama, provocando una alarma. Pese a los intentos del testigo por salvar al joven, la mujer lo impidió y, poco después, Marco Antonio falleció por la falta de oxígeno.
MIRÁ TAMBIÉN: Al menos 15 muertos en festival hinduista de la India
Sonia Paillao había recuperado la custodia de su hijo el mismo día del crimen, luego de que este estuviera bajo el cuidado de una amiga debido a que ella cumplía una condena. La Fiscalía Metropolitana Sur formalizó la acusación contra Sonia por parricidio, y la mujer permanece en prisión preventiva mientras se desarrollan las investigaciones.
El testigo, quien había conversado con Sonia antes del crimen, relató que la mujer expresó estar «aburrida de cuidarlo» y deseaba que su hijo «descanse». Tras la muerte de Marco Antonio, se revelaron audios de WhatsApp donde Sonia confesó el asesinato, pidiendo orientación sobre cómo matar a su hijo. Estos mensajes fueron cruciales para las autoridades en la acusación contra la madre.
Fuente: TN.