El líder opositor venezolano aboga por una transición pacífica con espacio para el chavismo y asegura estar preparado para los riesgos que implica su regreso a Caracas el próximo 10 de enero.
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A pocos días de la fecha prevista para la asunción presidencial en Venezuela, el dirigente opositor Edmundo González Urrutia confirmó su intención de regresar a Caracas para asumir el cargo como presidente, tras obtener, según asegura, 7,3 millones de votos en las elecciones del 28 de julio. Desde Madrid, donde reside desde septiembre tras denunciar fraude electoral, González afirma estar «moralmente preparado» para enfrentar su posible detención y aboga por una transición que incluya al chavismo como fuerza política legítima.
En su primera entrevista a un medio español, González subrayó que su objetivo principal es la reconciliación nacional. «Deseamos pasar la página y abrir un espacio para la recuperación política, económica y social de Venezuela», expresó. Además, destacó la importancia de liberar a más de 2.000 presos políticos como parte de las negociaciones para garantizar una transición pacífica.
El opositor reconoció los riesgos de violencia y provocaciones por parte del oficialismo, pero confía en la movilización masiva convocada para el próximo 1 de diciembre. También se refirió al futuro del chavismo y del propio Nicolás Maduro, a quien considera que podría asumir un rol como ciudadano más en el país tras el fin de su mandato.
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González subrayó la importancia del Ejército en el proceso de transición, diferenciando entre la cúpula militar que apoya al régimen y las bases, que sufren las mismas problemáticas que la sociedad venezolana, como la inflación y la crisis sanitaria. «Es una cúpula pequeña la que mantiene la estabilidad del régimen, pero las bases reflejan el descontento del país», añadió.
El opositor agradeció el apoyo de Estados Unidos, que lo reconoce como presidente electo, y confía en que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca contribuya a una transición moderada en Venezuela. Además, destacó los respaldos de la Unión Europea, que recientemente le otorgó el premio Sájarov junto a María Corina Machado, y de países latinoamericanos que, según él, han asumido un rol importante en el proceso de cambio.
Desde España, González afirmó sentirse «como en casa» y destacó el respaldo encontrado en sus conversaciones con el presidente Pedro Sánchez. También aseguró que, como parte de las negociaciones para su salida de Venezuela, se le garantizó la seguridad de su familia en Caracas. «Hubo un acuerdo de no intervenir con mi familia, y hasta ahora eso se ha cumplido», concluyó.
Fuente: 20 Minutos
Foto: Archivo