El incidente ocurrió en las instalaciones de Unitree Robotics y generó preocupación en redes sociales por los posibles riesgos del uso de inteligencia artificial en sistemas autónomos.

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Un inesperado episodio tecnológico generó alarma en China y en redes sociales. Durante una prueba de rutina en un laboratorio de la compañía Unitree Robotics, un robot humanoide modelo H1 perdió el control y agredió a dos ingenieros. El momento quedó registrado por las cámaras de seguridad y el video se viralizó en plataformas como X (antes Twitter), donde cientos de usuarios comenzaron a exigir mayor regulación en el desarrollo de inteligencia artificial aplicada a la robótica.

El ensayo técnico se realizaba con el robot suspendido mediante un arnés, en una estructura especialmente diseñada para este tipo de experimentos. Sin embargo, el H1 comenzó a mover los brazos de forma violenta e impredecible. En las imágenes se ve a un ingeniero intentando intervenir el sistema mientras otro es golpeado por los movimientos descontrolados del androide.

Afortunadamente, ninguna persona resultó con heridas graves, pero el hecho encendió las alarmas dentro y fuera del entorno científico. La propia empresa emitió un comunicado en el que informó que ya se encuentra realizando una investigación interna para determinar con exactitud qué fue lo que falló.

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Según especialistas en robótica, este tipo de eventos pueden darse durante las etapas de prueba. Las causas probables incluyen una falla en el software de control o una sobrecarga en los motores, que habría provocado la respuesta errática del robot. “Aunque estas situaciones son poco frecuentes, forman parte del proceso de desarrollo”, indicaron.

El Unitree H1 es un robot humanoide diseñado para imitar los movimientos del cuerpo humano con alto grado de precisión. Es utilizado en tareas industriales, de asistencia y exploración. Pero el incidente reavivó los debates en torno a los riesgos de una autonomía mal calibrada en estas máquinas y la necesidad de establecer límites claros en su desarrollo.

Fuente y foto: Ámbito Financiero