Durante la última jornada de competencias de surf en Teahupo’o, Tahití, una ballena hizo su aparición, brindando un espectáculo único para los asistentes y enmarcando un momento inolvidable en los Juegos Olímpicos de París 2024.
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Un inesperado visitante se robó el espectáculo durante la final de surf de los Juegos Olímpicos en Tahití: una ballena saltó majestuosamente sobre las aguas mientras la brasileña Tatiana Weston-Webb y la costarricense Brisa Hennessy competían en las semifinales. El avistamiento, a una distancia segura de las competidoras, dejó boquiabiertos a espectadores y fotógrafos, capturando un momento olímpico para la posteridad.
No es raro que la fauna marina haga apariciones durante competencias de surf en todo el mundo. En Tahití, sin embargo, las ballenas son visitantes habituales durante las temporadas de apareamiento, nacimiento y migración debido a las zonas marítimas protegidas del archipiélago. Los líderes indígenas del Pacífico sur, incluidos algunos tahitianos, firmaron un tratado en abril reconociendo a las ballenas como “personas legales”, aunque esta declaración aún no se ha formalizado en las leyes.
Las autoridades locales eligieron las olas de Teahupo’o, conocidas por su dificultad y belleza, para albergar las competencias olímpicas de surf, brindando a los atletas un desafío de nivel mundial y a los fanáticos una experiencia sobrecogedora. Este sitio ha sido un punto de referencia en el Campeonato del Mundo Pro Tahití durante más de dos décadas.
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«La decisión de albergar el surf en Teahupo’o refleja la ambición de París 2024 de expandir los Juegos por toda Francia, involucrando a territorios franceses de ultramar y a sus comunidades en los Juegos Olímpicos por primera vez en la historia», argumentaron desde la organización.
En su segunda aparición olímpica tras los Juegos de Tokio en 2021, el surf encontró en Teahupo’o un escenario digno del evento, consagrado como una de las olas más selectivas y hermosas del mundo. La sede fue diseñada para proteger el entorno natural de la isla, con una Villa de los Atletas compuesta por hogares modulares basados en las tradicionales viviendas polinesias conocidas como “farès”.
El evento no afectó a la costa, ya que las olas rompen mar adentro, permitiendo a los fanáticos disfrutar de las emociones en vivo mientras celebraban la cultura polinesia, el espíritu olímpico y los valores de París 2024. Con la culminación de la competencia, las instalaciones temporales serán removidas y la Villa de los Atletas será reubicada como viviendas sociales, beneficiando a las comunidades locales.
Fuente: Infobae
Foto: El Debate
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— El Debate (@eldebate_com) August 7, 2024