El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, no asistirá a la primera audiencia del juicio político que se llevará a cabo el martes 14 de enero de 2025 en el Tribunal Constitucional. Según su abogado, Yun Gap-geun, el mandatario teme un «arresto ilegal» y prioriza su seguridad personal tras un intento fallido de detención.
El Parlamento destituyó a Yoon el pasado 14 de diciembre por declarar la ley marcial el 3 de ese mes. Ahora, el Tribunal Constitucional decidirá si la destitución será definitiva. A pesar de que la ley surcoreana exige su presencia en las vistas ordinarias, el tribunal podría proceder sin él si no asiste a una segunda audiencia.
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El primer operativo para arrestar a Yoon fue frustrado cuando el Servicio de Seguridad Presidencial impidió el acceso de las autoridades a la residencia del presidente. Actualmente, se prepara un nuevo operativo con la participación de hasta 1.000 efectivos, tras la extensión de la orden de detención.
El presidente ha rechazado colaborar con las investigaciones penales en su contra y no ha acudido a las citaciones para declarar. La oficina anticorrupción argumenta que Yoon declaró ilegalmente la ley marcial, mientras que sus abogados cuestionan la legitimidad de la orden de arresto emitida por esta oficina.
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La ley marcial declarada por Yoon el pasado diciembre ha sido el centro de las acusaciones en su contra, considerándose un supuesto delito de insurrección. Este es el único delito por el cual un presidente en funciones podría ser arrestado según la legislación surcoreana.
Yoon, de momento, tiene prohibido salir del país y espera que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre su futuro antes de junio. Aunque no asistirá a esta primera audiencia, ha declarado que cooperará en el proceso judicial político ante el máximo órgano judicial de Corea del Sur.
Fuente: DW.
Imagen: Ahn Young-joon/AP Photo/picture alliance.