La final de un torneo en Nzérékoré terminó en desastre cuando gases lacrimógenos y tumultos provocaron una estampida mortal. Autoridades y oposición exigen explicaciones.
Una avalancha humana en el Estadio 3 de Abril, ubicado en la ciudad de Nzérékoré, Guinea, dejó al menos 56 muertos y decenas de heridos el pasado domingo. El incidente ocurrió durante la final de un torneo de fútbol en honor al líder de la junta militar, Mamady Doumbouya, con millas de espectadores presentes, incluyendo varios niños.
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El caos comenzó en el minuto 82 del partido cuando una polémica decisión arbitral desató la furia de los hinchas. Seguidores del equipo visitante invadieron el campo y comenzaron a lanzar piedras, mientras las fuerzas de seguridad respondieron disparando gases lacrimógenos. La confusión y el pánico llevaron a una estampida masiva, dejando un trágico saldo de víctimas. Testigos describieron escenas desgarradoras de niños y adultos siendo pisoteados en medio del tumulto.
El primer ministro Bah Oury lamentó los hechos y llamó a la calma mientras el gobierno recopila información sobre lo ocurrido. Por su parte, la coalición opositora Alianza Nacional para la Alternancia y la Democracia acusó al gobierno de utilizar el torneo como una estrategia para consolidar el apoyo político de Doumbouya, quien se proclamó el poder tras un golpe de Estado en 2021.
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Esta tragedia no es un hecho aislado en Guinea, país con antecedentes de violencia en estadios. En 2009, más de 150 personas murieron y decenas de mujeres fueron agredidas en un incidente durante una protesta masiva en Conakry. Este historial, sumado al reciente desastre, resalta las deficiencias en la organización de eventos masivos y la gestión de multitudes en el país.
La oposición y diversas organizaciones han exigido una investigación transparente para determinar responsabilidades. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación este episodio, que pone de aliviar los desafíos políticos y sociales que enfrenta Guinea bajo el liderazgo militar de Doumbouya.
Fuente: The Guardian
Foto: Antena 2