Este domingo, en diálogo con Radio 3, Silvia Piceda, cofundadora de Adultxs por los Derechos de la Infancia; invitó a la comunidad en general a sumarse de manera virtual al taller teórico que brindan los segundos sábados de cada mes, de 13 a 15 horas.
Silvia recordó que “desde hace 8 años que vemos que necesitamos estudiar –ya que- nuestros grupos de pares no están profesionalizados y como sobrevivientes vimos que necesitábamos entender la sociedad en la que estamos y ver si hay y existen herramientas para ayudar a otros de manera más eficaz”.
“Por eso estudiamos. Nos reunimos o con bibliografía o con profesionales, que nos hablan porque cuanto más conocemos más nos entendemos –y esto- es fundamental porque los abusos pasan en una sociedad determinada y en un momento determinado”, remarcó.
De esta forma repasó uno de los teóricos sobre los que se apoyan, Boris Cyrulnik, quien “se dedicó a buscar (…) porqué de todas las personas que pasaron por cosas terribles, algunos pudieron tener una vida medianamente acomodada y otros quedaron completamente en el abandono”.
Este neurólogo y psicoanalista buscó “qué cosas ayudan a los heridos de diferentes grupos; qué hay en estas personas que pueden seguir adelante a pesar de haber sufrido heridas gravísimas en la infancia”, repasó Silvia.
Esto, explicó la Cofundadora de Adultxs, “nos sirve porque, si algo tenemos en común todos los que fuimos abusados en la infancia, es que todos tenemos una herida espantosa que sigue doliendo y que si no la trabajamos, no la hablamos, duele toda la vida”.
De esta forma, Piceda pidió prestar atención a las formas de comunicar y expresar, “tenemos que cuidar mucho el discurso y no decirle a la víctima su pronóstico –lo cual- no tiene que ver con disminuir el daño o disculpar al agresor”, aclaró.
“Toda la fuerza del rechazo y la negatividad tiene que ir al agresor, al crimen; pero no a la víctima. Ésta tiene que saber que tiene una posibilidad de sanar, que va a tener una cicatriz y que no hay que negarla, pero puede tener una vida plena con capacidad de amar”, enfatizó.
Es por ello que precisó que “molesta la ilustración del abuso sexual infantil ligado a niños con la boca tapada, llorando o escondidos, porque eso también le dice al niño o niña cómo tiene que estar”.
“Lo cierto e importante es diferenciar el evento, que es durísimo; de la esperanza y la posibilidad que doy a alguien que sufrió el evento cuando lo recibo”, sentenció, remarcando sobre este punto que “asegurar la protección al niño y la Justicia del Poder Judicial –son cuestiones- de las que los adultos nos tenemos que responsabilizar”.
Sobre el final también explicó la importancia de trabajar con los niños víctimas o que han sufrido hechos graves en la infancia para “no darles todo el tiempo sino que hay que pedirles”.
“En lo social tenemos una postura hacia niños o grupos que solo tienen que recibir –pero- cuando se les pide, se dan cuenta que a pesar de lo herido pueden dar, es una cosa clara que les demuestra que no están ‘muertos’, que hay algo vivo dentro. Por eso es fundamental aprender a dar”, remarcó la cofundadora de Adultxs.
“Somos millones, no estamos solos, el tema es comenzar a hablar y decidirnos a cambiar esta historia para los niños de hoy. Tenemos una obligación adulta de decidirnos y decir basta”, concluyó.