En el Día Mundial del Agua, Ana Liberoff, se refirió a través de Radio 3 al informe presentado a la Legislatura por el grupo técnico del Comité de Cuenca del Río Chubut que aborda no solo la situación del Río Chubut sino también del Senguer, en la zona sur.
Ingresó a Legislatura un informe científico sobre la crisis hídrica en Chubut
En este contexto, la investigadora del CONICET también se refirió a la sequía actual y al impacto del cambio climático en este proceso.
Liberoff subrayó que la crisis hídrica de la actualidad “no es un evento puntual de 2020 o 2021, sino que estamos en un período de sequía que en la cuenca del Río Chubut tiene más de 10 años y en el Senguer desde 2015, con caudales medios por debajo de los históricos”.
Si bien analizó que estos períodos de sequía “han ocurrido en otros momentos y es parte de la variabilidad climática, ahora se ve acentuado por el Cambio Climático, que agudizará estos períodos de sequía a futuro”.
Recordó que la disponibilidad de agua en la cuenca “se proyecta para fin de siglo con un 30-40% menos que en el periodo de referencia (1995-2000)”, a causa de una reducción de las precipitaciones en las cabeceras de los ríos y por el aumento de la temperatura.
Retomando la cuestión de la sequía, informó que “hay proyecciones que la sequía del año pasado continuaría este año”, insistiendo que esto significa que el río “tendrá pocos aportes, como en 2021”.
Por otra parte, evaluó la situación de la cuenca del Río Chubut y se refirió al uso del agua para la producción agrícola, la posibilidad de un dragado y la construcción de un dique compensador.
Sobre el primer punto, expresó que “el sistema agrícola consume gran parte del agua -pero- es así en todo el mundo”. Por ello, expresó que “hay muchas acciones que se pueden hacer para administrar el agua y para que el río este más saludable que ahora”. Remarcó que “en el tramo inferior el río queda con muy poca agua y muy poca capacidad para realizar los procesos que debería realizar”.
Indicó que “hay varias formas de optimizar el consumo”, precisando que “se habla de poner compuertas automáticas, sistemas con turnos para el riego, trabajar con cánones de riego. Pero se puede mejorar la administración”.
Otro de los temas abordados fue la construcción de un dique compensador y refutó la expresión de que se “tira agua al mar”.
“Los ríos son muy complejos, conectan la atmosfera con la tierra y el mar, cumplen funciones muy particulares. El Río Chubut cumple funciones en el estuario, entrega nutrientes a los fondos marinos, regula el ingreso de los barcos (entre otras); tiene bastantes funciones”.
Sentenció que “no se tira, el agua que se va a al mar tiene su importantica y sus funciones específicas biológicas”.
Es precisamente con esta consigna que se ha planteado la construcción de un dique compensador para reservar agua, ante lo cual la investigadora consideró que “primero hay que revisar las prácticas actuales y las prácticas de coordinación”.
Por un lado, señaló la necesidad de concientizar sobre el uso de los vecinos del agua y por el otro en la administración del recurso ya que sobre el río tienen participación Ambiente, el IPA, los Municipios y la Compañía de Riego, entre otros; “está muy fragmentada la administración del agua”.
Evaluó así que mientras esto no se modifique, “por mas dique compensador que hagamos si seguimos actuando de la misma manera de nada sirve”, porque volverá a la situación de crisis.
Finalmente se refirió a la posibilidad de dragar el cuso de agua, señalando que las experiencias en otros puntos del país es que la remoción de los fondos “han desencadenado procesos de desmoronamiento de las riveras”.
“Hay que pensarlo muy bien porque el sistema tiene un proceso en los sedimentos y debajo. Removiendo eso se generan otras cosas. Se dice que serviría para mejorar la conductividad pero hay que analizarlo y revisarlo, y pensar alternativas más verdes”.
