La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCYD) advirtió que los aranceles aplicados por Estados Unidos y China están provocando tensiones en el comercio de productos del mar, lo que generará un aumento en los precios de alimentos marinos en territorio estadounidense. El informe señala que esta situación afectará directamente a consumidores y exportadores por igual.
Según el estudio, el gobierno de Donald Trump impuso un arancel del 10% a casi todos los productos marinos importados, mientras que China enfrenta cargas del 30%. Esta política complica aún más el comercio de bienes oceánicos y restringe la disponibilidad de pescado en un país altamente dependiente de las importaciones.
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Estados Unidos importa anualmente cerca de 16.000 millones de dólares en pescado y solo exporta 4.500 millones. Dada la sobrepesca y los límites en la producción nacional de peces silvestres, el país tiene escasa capacidad para compensar la escasez con recursos locales. Además, la acuicultura, como en el caso del salmón, requiere ciclos de producción largos, de hasta tres años.
Brasil, uno de los principales exportadores hacia EE.UU. y China, podría verse obligado a redirigir su producción hacia nuevos mercados o al consumo interno, según estimó la CNUCYD. Esta reconfiguración del comercio impactará también en la industria del transporte marítimo, que podría enfrentar una caída en la demanda.
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El informe concluye que los aranceles más altos y volátiles están alterando profundamente los flujos comerciales tradicionales. Esta situación genera incertidumbre para los exportadores y podría traducirse en mayores precios para los consumidores finales, en especial en países importadores como Estados Unidos.