El maratonista comodorense Nazario Araujo marcó el camino en Munich 1972, el trelewense Leonardo Price lo siguió en los 800 metros de Beijing 2008 y el atletismo de la Provincia volverá a la gran escena de la mano de Joaquín Arbe y «Coco» Muñoz.
El nivel que mostraron Arbe y Muñoz en 2019 y 2020 podía hacer suponer que el maratón argentino tenía chances de concretar en Tokio 2020 la mejor actuación de los últimos 60 años.
Arbe logró la marca mínima para los Juegos en el Sudamericano de Buenos Aires, en septiembre de 2019, con 2:11:02, 28 segundos de lo requerido de 2:11:30. Esa vez Muñoz quedó a 43 segundos por encima de la mínima, pero apenas tres meses después, en el Maratón de Valencia, logró meterse tiempo con 2:11:23, siete segundos por debajo.
Sin embargo, en diciembre del año pasado, otra vez en Valencia, el nacido en Gualjaina y de 25 años, puso en jaque el récord nacional de Antonio Silio de 2:09:57 al terminar sólo dos segundos por encima con 2:09:59.
Esa marca representaba en principio la referencia para Arbe y Muñoz en función de los Juegos Olímpicos, pero las condiciones de carrera limitan las posibilidades de bajar marcas en el maratón de Tokio 2020.
En efecto, la organización se vio obligada a adelantar una hora el horario de largada, de las 7 a las 6 de la mañana del domingo 8 de agosto (las 18 del sábado en Argentina) para evitar que la temperatura superé los 30 grados en el final de la prueba. De hecho habrá 25 grados en el nuevo horario de largada, contra los 27 que se pronosticaban para la 7 del domingo en la ciudad del norte de Japón.
En la semana previa ambos maratonistas chubutenses se mostraron en cubas con agua helada, en lo que se conoce como crió conservación, uno de los métodos más utilizados actualmente para la recuperación muscular, pese a que el trabajo en la última semana resultó liviano, de descarga.
El gran favorito para ganar la prueba es el rey el keniata Eliud Kipchoge, de 35 años, dueño del récord del mundo con 2:01:39, además por la baja anunciada de su gran rival, el etíope Kenenisa Bekele, que con su tiempo de 2:01:41 en Berlín amenazaba con destronarlo.