El papa Francisco autorizó el pasado sábado la promulgación del decreto que reconoce el milagro atribuido a la intercesión del beato Artémides Zatti, conocido como «el enfermero santo de la Patagonia o el enfermero de los pobres», quien vivió en Viedma (Río Negro) entre 1902 y 1951.
Artémides Zatti había sido beatificado por el papa Juan Pablo II en abril de 2002, por un milagro que lograron confirmar dos años antes los médicos de la Congregación para las Causas de los Santos en Roma.
En 1976, el «Pariente de los Pobres», como también lo llamaban, comenzaba su camino de santidad por la Conferencia Episcopal Argentina. En 1980 fue declarado Siervo de Dios, y venerable el 17 de julio de 1997.
Zatti, que nació Italia, murió el 15 de marzo de 1951, tras varios días de agonía. Había dedicado sus últimos 50 años a los enfermos de la capital rionegrina que eligió para vivir y morir, para cumplir la promesa de dedicar su vida a Dios si lograba curarse de la tuberculosis, la misma enfermedad que lo unió con otro santo patagónico, Ceferino Namuncurá.
Dirigió el Hospital Salesiano San José, que se erigía en el mismo lugar donde hoy se edifica el obispado de Viedma, y alcanzó a trabajar unos pocos años en el nuevo nosocomio, que con absoluta justicia lleva su nombre.
Fuente: AICA.