Según los datos proporcionados por la Organización Internacional de la Viña y el Vino, la asociación global de productores vinícolas, el consumo promedio pasó de 33,8 litros a principios de siglo a 23,4 litros en la actualidad. El periodista especializado en vinos, Fabricio Portelli, explicó los motivos.
«El consumo de vino en Argentina cayó. A principio de siglo, se tomaban 33,8 litros y hoy estamos en 23,4», destacó Portelli. Este declive se vuelve aún más evidente al compararnos con el país que ostenta el mayor consumo per cápita del mundo, Portugal, donde se consumen 67,5 litros de vino por persona, más del triple de la cantidad en Argentina.
Uno de los factores clave que han influido en la disminución del consumo de vino en Argentina es la situación económica. «La mayor parte del vino consumido es el más económico, por lo cual, es el más sensible a la variación de precios. Cuando hay inflación y esos vinos de $400 el litro, lo aumentas un 10% o un 15%, la gente que consume esos vinos, lo siente tanto que tiene que dejar de consumirlos», explicó Portelli.
Sin embargo, el periodista resalta que la calidad de los vinos argentinos ha mantenido un constante avance desde el comienzo del milenio. A pesar de ello, existe un desafío en términos de accesibilidad debido a los precios más elevados.
Cambio de hábitos y conciencia social
La evolución en el consumo de vino también ha sido influenciada por cambios en los hábitos y la creciente conciencia de un estilo de vida saludable. Portelli enfatiza que «la otra variable tiene que ver con este incremento de la mayor conciencia a la hora de consumir. No solo estoy hablando de alcohol en este caso, sino también de la vida más sana». Además, la implementación de la ley de cero alcohol al volante ha tenido un impacto en la cultura de consumo de alcohol en Argentina. «Hoy los controles son mucho más estrictos, entonces la gente está cambiando ese hábito», añadió Portelli.
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En resumen, la caída en el consumo de vino en Argentina a lo largo de este siglo se atribuye a una combinación de factores económicos, sociales y legales. Desde el impacto de la inflación en el precio de los vinos más asequibles hasta una creciente conciencia sobre la salud y el cumplimiento de regulaciones de seguridad vial, estas influencias han forjado un cambio en las preferencias y comportamientos de los consumidores argentinos en el ámbito del vino.
FUENTE: Perfil