La técnica de asociar cultivos permite optimizar el desarrollo de las plantas y mejorar la producción agrícola.
La asociación de cultivos consiste en cultivar al mismo tiempo y en el mismo espacio dos o más especies vegetales que se ayudan entre sí, maximizando su desarrollo y favoreciendo un mejor uso del suelo. Esta práctica, que se remonta a los inicios de la agricultura, ha cobrado cada vez más importancia, ya que incrementa la producción de alimentos y hace un uso más eficiente de los recursos.
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Beneficios de la asociación de cultivos
Asociar cultivos ofrece múltiples ventajas, incluyendo:
Aprovechamiento del suelo: Se maximiza el uso de nutrientes, agua, luz y energía.
Control de plagas: Algunas combinaciones de cultivos disuaden a insectos dañinos y protegen las plantas.
Reducción de parásitos: Las asociaciones pueden disminuir la infestación de plagas.
Atracción de fauna benéfica: Se fomenta la presencia de insectos que ayudan en la polinización y control de plagas.
Cobertura vegetal: Ayuda a reducir la presencia de malezas y protege el suelo contra la erosión.
Creación de microclimas: Las plantas más grandes pueden proporcionar sombra y protección a las más pequeñas.
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Cultivos que se pueden asociar
La asociación de cultivos no es aleatoria; requiere planificación. Algunas combinaciones populares son:
Maíz y arvejas: Las arvejas fijan nitrógeno en el suelo y trepan por el maíz, beneficiándose mutuamente.
Hinojos y claveles: Los claveles atraen insectos beneficiosos y ahuyentan plagas que afectan al hinojo.
Albahaca y tomates: La albahaca ayuda a repeler plagas que afectan a los tomates.
Manzanas y estevia: La estevia puede hacer que las frutas sean más dulces, siempre que el suelo sea adecuado.
Ajos y tomates: El ajo actúa como insecticida natural, protegiendo a los tomates de diversas plagas.
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Especies que no deben asociarse
Es importante evitar asociar plantas que pertenezcan a la misma familia botánica o que requieran nutrientes similares, ya que esto puede agotar los minerales del suelo. Ejemplos de malas combinaciones incluyen:
Leguminosas y liliáceas: (arvejas con ajo, cebolla, etc.), ya que afectan el crecimiento de las leguminosas.
Repollo y uvas: El repollo puede alterar el sabor de las uvas.
Nueces y tomates: Los frutos secos liberan juglona, que es tóxico para las raíces de los tomates.
Tips para una buena práctica de asociación de cultivos
Para lograr una exitosa asociación de cultivos, considera estos consejos:
Combina plantas de crecimiento rápido con lentas: Para aprovechar mejor el espacio.
Asocia plantas de raíces profundas con superficiales: Esto ayuda a usar eficientemente el suelo.
Incorpora plantas aromáticas con hortalizas: Su aroma puede ayudar a repeler plagas.
Realiza rotación de cultivos: Cambiar las especies de temporada en temporada mejora la salud del suelo y su fertilidad.
Asociar cultivos es una técnica valiosa que puede beneficiar tanto a pequeños agricultores como a la agricultura a gran escala, promoviendo un ecosistema agrícola más saludable y productivo.
Fuente: Jacto.