Medios locales reportan al menos 300 personas sepultadas tras un deslizamiento de tierra en una aldea remota del norte del país, con dificultades en las labores de rescate.
Según medios locales, al menos 300 personas quedaron bajo tierra después del deslizamiento de tierra que ayer sepultó una aldea remota del norte del país. Aunque no hay fuentes oficiales, el parlamentario local Aimos Aken estima la cifra.
El desastre ocurrió en la provincia de Enga, a 600 km de la capital, Port Moresby, sepultando al menos 1,182 casas. La falta de maquinaria retrasa las labores de rescate.
La ONG Care Australia informa que la carretera de acceso está bloqueada, dificultando las operaciones de ayuda. El equipo de rescate papú evalúa la situación y asiste a las víctimas.
Los testigos temen nuevos deslizamientos y solicitan apoyo gubernamental para garantizar la seguridad. La zona solo es accesible en helicóptero. El primer ministro James Marape coordina los esfuerzos de socorro.
Una testigo declara que la avalancha sorprendió a la gente mientras dormía, enterrando casas y la aldea entera. La situación es preocupante y se espera un alto número de muertes.
Tras la aprobación de varias leyes clave en la Cámara Alta, el gobernador Ignacio Torres reivindicó la legitimidad del Congreso: "El Senado está para legislar, la justicia está para juzgar y el Ejecutivo está para gobernar”, expresó.