Banksy, el mundialmente conocido artista de graffitis, dejó una huella en un club juvenil de Bristol a finales de los años 90, antes de alcanzar la fama.
Peter de Boer, un trabajador juvenil local, fue quien consiguió que el artista colaborara con jóvenes del centro de Lawrence Weston, donde Banksy pintó varios murales. Lo más sorprendente es que el trabajo fue realizado por solo 50 libras, cubriendo únicamente el costo de los materiales.
Los murales creados por Banksy con los niños presentaban imágenes coloridas y con un profundo significado, como vacas mirando hacia arriba mientras caían bombas, lo que se interpretó como un comentario sobre la ansiedad climática. Otro mural mostraba un circo invadido por robots. Sin embargo, lo que ocurrió con estas piezas es que, con el tiempo, fueron tapadas repetidamente.
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De Boer explicó que no se arrepiente de haber cubierto los murales, ya que en ese momento lo importante era involucrar a los jóvenes en el arte. Aunque muchos de ellos no sabían quién era Banksy, lo importante para la comunidad era el impacto de esos proyectos. Hoy, el valor de esos murales ya no se mide en términos monetarios, sino en la experiencia compartida con una generación de niños que ahora podrían ser padres sin saber que trabajaron con uno de los artistas más influyentes del mundo.
Fuente y foto: BBC.