El cierre abrupto de la cadena hotelera Selina en Bariloche dejó en situación de incertidumbre a 19 empleados que permanecen en las instalaciones sin tareas definidas ni superiores a cargo. La compañía internacional abandonó sus operaciones en la ciudad tras acumular múltiples deudas.
Según denunció el gremio Uthgra, los trabajadores siguen cumpliendo horarios pero no tienen tareas ni responsables presentes. En abril, la empresa ya había reducido su plantilla en 9 personas.
La organización gremial busca que Rubén Puppo, propietario del inmueble, asuma responsabilidades laborales como «responsable solidario» de las obligaciones patronales.
El reclamo sindical incluye el pago de salarios adeudados, indemnizaciones correspondientes y la eventual reincorporación del personal si el establecimiento retoma sus funciones. Sin embargo, Puppo rechazó asumir compromisos legales con los trabajadores.
El propietario del edificio se definió como «damnificado» por el accionar de Selina, señalando que la cadena le adeuda varios meses de alquiler además de otros conceptos. Explicó que procedió a rescindir el contrato de locación por incumplimiento en los pagos.
La situación fue elevada a la Secretaría de Trabajo, donde Uthgra pidió una conciliación. Mientras tanto, el dueño del edificio analiza reabrir el hotel para la temporada invernal.