El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reiteró hoy que su gobierno no adquirirá vacunas de origen chino aunque sean aprobadas para funcionar por los organismos reguladores, contra la opinión de 24 gobernadores y de su propio Ministerio de Salud, según una entrevista divulgada hoy por la radio Jovem Pan.
Bolsonaro puso como argumento que el origen de la pandemia estuvo en China, en línea con el discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
«Creo que podemos tener vacunas de otros países, incluso nuestras, que transmitan confianza a la población. La vacuna de China, lamentablemente, tiene un descrédito muy grande por parte de la población, sobre todo porque, como muchos dicen, el virus habría nacido en ese país», afirmó Bolsonaro.
China es el principal socio comercial de Brasil desde 2009 y Bolsonaro eligió alinearse al Gobierno de Trump desde 2019.
Bolsonaro, excapitán del Ejército, desautorizó al ministro de Salud, general Eduardo Pazuello, quien había anunciado en videoconferencia el martes con 24 gobernadores que se iba a incluir a la vacuna Coronavac, que desarrolla el paulista Instituto Butantan, en el calendario de vacunas para enero.
Ahora Bolsonaro fue más allá y dijo que si la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) aprueba a Coronavac como segura y efectiva durante noviembre, tampoco será incorporada al calendario de vacunas, toda vez que la apuesta del Gobierno brasileño, con casi 500 millones de dólares de inversión, es la llamada vacuna de Oxford.
Un médico brasileño de 28 años que participaba de los test de la vacuna del laboratorio Astrazeneca murió el 15 de octubre en Río de Janeiro de Covid-19, aunque según la TV Globo el profesional había tomado apenas un placebo.
Bolsonaro acusó a su ministro de Salud -el tercero en la pandemia- de haberse «precipitado» a aprobar la vacuna adquirida por el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, un ultraliberal exaliado que se ha convertido en el enemigo número uno del presidente durante la pandemia.
«De China no compramos, es una decisión mía», subrayó. El estado de San Pablo adquirió por 90 millones de dólares 46 millones de dosis que serán analizadas, separadas y distribuidas por el instituto Butantan, principal fábrica de vacunas de América Latina y que provee el 75% de todo el material inmunológico a Brasil.
Bolsonaro emprendió contra su propio gobierno y la política hacia la Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, un día después de haber recibido al consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, quien hizo campaña para que Brasil no adquiera la tecnología de la empresa china Huawei para la Intenet de Quinta Generación (5G).
Huawei está presente desde 1999 en Brasil y tiene a las principales empresas de comunicaciones como clientes de sus sistemas tecnológicos.
