El gobierno de Brasil, liderado por Luiz Inácio Lula da Silva, no planea tomar represalias contra los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a las importaciones de acero brasileño. Así lo confirmó el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien destacó que la instrucción del presidente fue mantener la calma ante la tensión comercial.
Haddad señaló que Brasil ha superado situaciones comerciales más desafiantes en el pasado y que se están evaluando estrategias para proteger la industria siderúrgica del país. «Ya negociamos otras veces en condiciones más desfavorables que estas», afirmó tras un encuentro con representantes del sector en Brasilia.
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El gobierno brasileño informó que estudiará todas las alternativas posibles para contrarrestar los efectos de las medidas estadounidenses, incluyendo gestiones ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Asimismo, se anunció la planificación de reuniones con representantes de Estados Unidos en las próximas semanas.
Por su parte, el Instituto Acero Brasil se mantiene a la expectativa de que las conversaciones permitan restaurar el sistema de importación establecido durante el primer gobierno de Donald Trump, que permitía la compra anual de hasta 4,1 millones de toneladas de acero sin aranceles adicionales.
La balanza comercial entre ambos países asciende a unos 80.000 millones de dólares, con un superávit de 200 millones favorable a Estados Unidos. Lula había amenazado previamente con responder con medidas similares, pero la postura actual busca evitar una escalada del conflicto.
Fuente: DW.
Imagen: UESLEI MARCELINO/REUTERS.