Jonathan Caputero, uno de los tripulantes del buque con bandera de Islas Marshall que transportaba 469 kilos de cocaína, declaró ante la Justicia y reveló que la maniobra se repetía varias veces por mes sin consecuencias.
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La investigación por el histórico cargamento de cocaína hallado en el puerto de Vicentín, en la localidad santafesina de San Lorenzo, sumó en las últimas horas una declaración clave. Se trata de Jonathan Caputero, el cocinero filipino de 50 años que integraba la tripulación del buque MV Ceci, donde se encontraron 469 kilos de droga camuflada entre pellets de girasol.
Según relató el periodista Ariel Zak en el canal C5N, Caputero declaró que lo que más escuchaba durante su estadía en el barco era: «relax, que esto lo hacemos tres o cuatro veces por mes y no tiene ningún tipo de consecuencias». La frase, reveladora, sugiere que el tráfico de estupefacientes a través de embarcaciones internacionales sería una práctica sistemática.
Durante su testimonio, el tripulante también dijo que parte de la droga fue izada desde el agua en Montevideo, lo que coincide con los elementos hallados por la Prefectura Naval Argentina: boyas, rastreadores GPS y equipos satelitales junto a los 16 bultos que contenían 379 panes de cocaína. Sin embargo, los fiscales desconfían de esta versión y sostienen que una parte del cargamento se introdujo en territorio argentino, específicamente en el puerto de San Lorenzo, y que el relato busca desviar la investigación.
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Caputero fue imputado y enviado a prisión preventiva por orden del juez federal Carlos Vera Barros, acusado de facilitar la contaminación del cargamento con cocaína, y más tarde reconoció su participación en el intento de contrabando. La causa ahora está en manos de los fiscales federales Claudio Kishimoto, Matías Álvarez y Matías Scilabra, quienes continúan trabajando con personal de Prefectura.
El operativo, bautizado “Cereales blancos”, representó el mayor golpe al narcotráfico en la historia de San Lorenzo. Fue llevado adelante en conjunto por el Ministerio Público Fiscal, la Prefectura Naval Argentina, la Dirección General de Aduanas y la Unidad de Información Financiera (UIF).
Desde el Puerto de San Lorenzo, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich brindó detalles del caso. Confirmó que la cocaína tenía como destino Europa, con una ruta que incluía paradas en Montevideo y Ámsterdam. “La droga tiene un valor de seis millones de dólares, pero una vez en Europa su precio asciende a 20 millones”, remarcó.
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El buque, de bandera de las Islas Marshall, había partido de Dubai y tenía como destino final los Países Bajos. La alerta se encendió tras una parada en el Pontón Recalada, en aguas internacionales del Río de la Plata. Una inspección de rutina con perros adiestrados reveló la presencia de droga escondida en una cámara frigorífica y vestuarios, con envoltorios que llevaban imágenes en bajorrelieve de coronas, un símbolo que ahora investiga si pertenece a algún cartel.
Mientras continúa el análisis de la ruta de la droga y la responsabilidad de cada tripulante, desde el Ministerio de Seguridad también señalaron la falta de controles y serenos en los puertos como uno de los puntos débiles que facilitó la operación.
Fuente: Ámbito Financiero
Foto: Archivo
