Las autoridades de Nueva York continúan la búsqueda de restos del helicóptero que se precipitó el jueves en el río Hudson, causando la muerte de cinco turistas españoles y del piloto estadounidense. Equipos de buzos recorren la zona para recuperar partes clave de la aeronave.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) informó que el helicóptero no contaba con grabadoras de vuelo ni cámaras a bordo, lo que complica la investigación. El aparato había realizado siete vuelos ese día y se encontraba en su octavo viaje cuando ocurrió el siniestro.
El accidente ocurrió cerca de las 15:15 hora local, y fue tal la magnitud que se vieron partes del fuselaje desprenderse en el aire. Equipos de emergencia de Nueva York y Nueva Jersey recuperaron los cuerpos y comenzaron las pesquisas.
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La familia fallecida estaba integrada por los ejecutivos de Siemens Agustín Escobar y Mercè Camprubí, junto a sus tres hijos menores. El piloto, Sean Johnson, tenía 36 años y era veterano militar con más de 700 horas de vuelo.
La NTSB desplegó un equipo de 17 especialistas que analizan posibles causas: colisión con pájaros, impacto con drones o un fallo mecánico. También investigan reportes de testigos sobre aves en la zona del accidente.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, participó de una ofrenda floral junto a familiares de las víctimas. Mientras tanto, la búsqueda de restos continúa en aguas cercanas a Jersey City, donde se cree que el rotor principal y el de cola siguen sumergidos a unos 12 metros de profundidad.
Fuente: DW.