En medio del colapso de la monarquía española por la invasión napoleónica, el Cabildo de Buenos Aires convocó a una reunión extraordinaria el 22 de mayo de 1810. La caída de Fernando VII y la incertidumbre sobre la legitimidad del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros motivaron un encendido debate entre autoridades civiles, eclesiásticas y militares.
El Obispo Benito Lué fue una de las voces más firmes en defensa del Virrey, mientras que Juan José Castelli impulsó la creación de una nueva autoridad, bajo el argumento de que, en ausencia del monarca, el pueblo debía recuperar su soberanía. Cornelio Saavedra, comandante del Regimiento de Patricios, propuso una vía intermedia: transferir el poder político al Cabildo.
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Tras un extenso debate y una votación tensa, se resolvió por 155 votos contra 69 destituir a Cisneros. Esta decisión marcó un punto de inflexión, aunque no sin conflictos posteriores. El Cabildo aceptó la moción de Saavedra, pero enfrentó divisiones internas sobre la futura conducción del gobierno.
En ese contexto, el síndico procurador Julián de Leyva promovió la conformación de una junta provisional, que insólitamente fue encabezada por el propio Cisneros. El anuncio, realizado el 24 de mayo, generó un rechazo popular generalizado, y precipitó una nueva transformación: el nacimiento de la Primera Junta al día siguiente.
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Este Cabildo Abierto de 1810 fue el preludio de la Revolución de Mayo, proceso que daría inicio al camino hacia la independencia argentina. Fue un ejemplo temprano de ejercicio colectivo de poder político por parte de los criollos y un claro cuestionamiento a la autoridad colonial.
Fuente: TyC Sports.