La inflación y el contexto económico han llevado a cambios notables en los hábitos de consumo según un informe de «Perspectiva de Comercio PyME» de Mercado Pago-Invecq.
La migración hacia compras más pequeñas es una tendencia clave. Los consumidores optan por adquirir productos en cantidades menores pero con mayor frecuencia, buscando adaptarse al alza de precios.
La prioridad para encontrar el precio más bajo es notaria. En la búsqueda constante de ahorro, los clientes priorizan el costo más bajo, incluso por encima de las marcas tradicionales.
La búsqueda de ofertas se ha convertido en una práctica común para enfrentar la inflación.
Los comercios Pymes se ajustan ante esta nueva realidad, reduciendo costos (45%), incrementando el stock como inversión (31%) y diversificando su oferta (25%).
El impacto en el sector alimentario es significativo, con una inflación acumulada del 133,5% hasta agosto. Los cambios incluyen compras más frecuentes (44%), priorización del precio (37%), y la búsqueda de ofertas (35%).
Estos nuevos comportamientos de los clientes afectarán el trabajo diario de los comercios, con el 50% declarando un aumento en sus costos, el 41% viendo reducido su volumen de ventas y el 26% experimentando una disminución en el tráfico de clientes.
Fuente: Ámbito.com