Cerca de 130 mil personas podrían morir por inanición en la región de África Oriental a causa de la hambruna, según la alarma lanzada este viernes por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Unas 48 millones de personas en Djibouti, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Uganda enfrentan altos niveles de inseguridad alimentaria», agregó un comunicado del organismo internacional, que especifica que «para las familias esto significa saltarse las comidas y usar sus ahorros para comer».
De esta cifra, «seis millones se encuentran en niveles altos de emergencia, producto de la inseguridad alimentaria, mientras que 129.000 ya están en nivel de catástrofe, el peor, están mirando la muerte a los ojos», advierte el informe de la entidad mundial, con sede en Ginebra, Suiza.
«Se enfrentan al hambre y miran a la muerte a los ojos», lamentó Liesbeth Aelbrecht, directora de crisis de salud de la OMS en el Cuerno de Africa, una extensa región ubicada donde desagua el Mar Rojo con el Océano Indico, frente a la Península Arábiga.
De los 129 mil que enfrentan el peor nivel de inseguridad alimentaria, además de enfrentar brotes epidémicos de sarampión, dengue, hepatitis E y meningitis, 96 mil en Somalia y 33 mil en Sudán del Sur, detalló Aelbrecht a los periodistas en la ciudad de Ginebra, en un enlace de video desde Nairobi, consignó la agencia de noticas ANSA.
«La mayor parte de la región está luchando contra la peor sequía en al menos cuarenta años, mientras que otras partes se han visto afectadas por sufrir sostenidas inundaciones que provocaron una hambruna generalizada». «Un panorama de urgencia para asistir a millones de personas que soportan una de las sequías más largas y severas registradas en el Cuerno de África, donde ha empezado ya una sexta temporada consecutiva de lluvias, sin que haya precipitaciones», abundó la funcionaria de la OMS.
Este año, es probable que 11,9 millones de niños menores de cinco años enfrenten desnutrición aguda, mientras que «la cantidad de epidemias ha alcanzado su punto máximo en un siglo».
«La supervivencia es una lucha para estas comunidades desarraigadas, que se mueven entre fuentes de agua escasas, hambre, inseguridad y conflicto, necesitan seguridad y asistencia», insistió Aelbretch.
Fuente: Télam.
