El juicio por posesión de armas contra Hunter Biden, hijo del actual presidente de Estados Unidos, inició el lunes en un tribunal de Wilmington (Delaware). Este hecho marca la primera vez en la historia del país que el hijo de un presidente en ejercicio enfrenta un juicio de esta magnitud.
La presencia de la primera dama estadounidense, Jill Biden, en la corte para apoyar a su hijastro destaca la relevancia de este caso, que podría tener implicaciones en la campaña electoral demócrata de cara a las próximas elecciones presidenciales.
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Hunter Biden, acusado de mentir en un formulario para comprar un revólver en 2018, se declara no culpable de los tres cargos que se le imputan, que incluyen la compra y posesión ilegal de armas.
A pesar de los intentos de la defensa por posponer el juicio y revisar las pruebas presentadas por los fiscales, la solicitud fue rechazada por la juez de distrito de Delaware, Maryellen Noreika.
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Los cargos contra Hunter Biden son el resultado de una investigación iniciada durante el mandato de Donald Trump y se suman a otro juicio en California por evasión fiscal.
Este caso, que ha sido utilizado por los republicanos, incluido Trump, como arma política, arroja nuevas luces sobre la compleja relación entre la política y la justicia en Estados Unidos.