La Iglesia de Ecuador reclamó martes un acuerdo nacional y advirtió que el país está «al amparo de las mafias» mientras los dirigentes políticos «están en un espectáculo que ya no hace reír a nadie».
En un duro pronunciamiento, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) señaló que ve «con preocupación y desconcierto» la situación política del país, y evaluó que «a nadie parece importarle la vida concreta de nuestro pueblo».
La Conferencia, que encabeza monseñor Luis Cabrera y fue mediadora el año pasado de los diálogos entre entre el Gobierno y las organizaciones indígenas, alertó que Ecuador quedó «al amparo de las mafias y de las bandas criminales mientras, lejos de la realidad, aquellos que prometieron defendernos, están ocupados en un espectáculo que ya no hace reír a nadie y que desfigura nuestra imagen en el concierto de las naciones democráticas».
MIRÁ TAMBIÉN: El Pompidou de París cerrará sus puertas durante cinco años
La declaración se dio un día después de que la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) decidiera avanzar con el proceso de juicio político al presidente Guillermo Lasso, cuya suerte se decidirá la próxima semana.
Para la CEE, entre los actores de este «barco a la deriva», hay hombres y mujeres probos, pero muchos de ellos «acatan en silencio las consignas y dictámenes de quienes, desde hace mucho tiempo, olvidaron que el Ecuador merece más de todos», recogió la prensa local.
La Iglesia instó a quienes «recibieron en las urnas un mandato del pueblo, a respetar y defender el orden constituido, el debido proceso y la seguridad jurídica ejerciendo la función pública con los más altos valores morales y éticos».
TE PUEDE INTERESAR: Casi 400 mil hectáreas fueron arrasadas por incendios forestales en Canadá
Por eso reclamó a la Justicia, a la Corte Constitucional y a los organismos de control que «cumplan a cabalidad con sus responsabilidades en estricto apego a la Constitución y a las leyes de la República».
«Es hora de un gran acuerdo nacional, en el que todos los sectores, grupos y movimientos puedan sentarse a la misma mesa, dejar de lado rivalidades y resentimientos, y que juntos puedan soñar y construir un nuevo Ecuador», concluyó el documento de la CEE.
Fuente: Télam.