La famosa obra de Da Vinci, la Mona Lisa, esconde secretos que continúan revelándose con el tiempo. Un grupo de químicos del CNRS en Francia encontró una técnica inédita que involucra plumbonacrita, un mineral que da profundidad a la pintura.
La plumbonacrita es una huella química única en la obra y ofrece una visión fascinante de la experimentación de Da Vinci. Esta mezcla de plomo y aceite de linaza o nuez le otorgó a la pintura un color dorado y una textura similar al oro.
Este hallazgo emocionante es importante para el mundo del arte y revela el espíritu apasionado de Da Vinci como pintor. La Mona Lisa continúa siendo enigmática y llena de secretos por desvelar.
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Fuente: InfoArte