Una empresa de tecnología médica desarrolló “Prism”, un videojuego terapéutico que usa autoneuromodulación para aliviar los síntomas de la depresión. El 70% de los pacientes reportó mejoras tras el tratamiento.
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La depresión afecta a más de 350 millones de personas en el mundo, según cifras de la Organización Panamericana de la Salud. Aunque se trata con medicamentos y psicoterapia, nuevas herramientas tecnológicas están ampliando las posibilidades de intervención. Una de las más innovadoras es Prism, un videojuego desarrollado por la empresa estadounidense GrayMatters Health (GMH) que promete aliviar los síntomas sin necesidad de fármacos.
El tratamiento, recientemente lanzado, se implementará en clínicas de salud mental y ya mostró resultados alentadores. Utiliza una técnica llamada autoneuromodulación, que permite reconfigurar los patrones cerebrales mediante sesiones guiadas con electroencefalografía (EEG). El protocolo incluye 15 sesiones de 45 minutos en ocho semanas, donde los pacientes, conectados al sistema, aprenden a reducir la actividad de la zona cerebral que regula la respuesta de lucha o huida.
“Es básicamente un videojuego”, explicó el psiquiatra Aron Tendler, director médico de GMH. En el entorno virtual, los usuarios están en escenarios como estaciones de tren o salas de espera, y deben mantener la concentración para que los personajes permanezcan quietos. Antes de iniciar, cada persona elige un estímulo relajante —como una canción, un mantra o un recuerdo— para acompañar el ejercicio.
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Una de las pacientes que probó Prism es Vivian Jackson, de 73 años, diagnosticada con trastorno de estrés postraumático (TEPT). “Nada me hacía feliz… simplemente me apagué”, contó. Tras completar el tratamiento, afirmó sentirse emocionalmente más estable: “Ahora sé cuáles son mis desencadenantes y cómo trabajar con ellos”.
Los estudios clínicos muestran que siete de cada diez pacientes mejoraron significativamente en síntomas depresivos y calidad del sueño a los tres meses de finalizar el programa. Según Tendler, “no digo que las terapias clásicas no sean buenas, pero simplemente no son útiles para todos. Esta es una alternativa segura, porque el propio paciente hace el trabajo”.
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Desde el ámbito profesional, especialistas como María Margarita Melazzini, de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, destacan la importancia de fomentar espacios de contención emocional para abordar la depresión. “Es clave sostener a la persona en un clima de respeto y amorosidad”, remarcó.
Así, Prism se suma a una tendencia global que combina tecnología y salud mental, y que podría marcar un antes y un después en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas sin necesidad de medicación.
Fuente y foto: TN