Aunque el envejecimiento comienza a los 20 años, algunas partes del cuerpo siguen creciendo durante toda la vida. Un estudio explica por qué la nariz y las orejas nunca dejan de aumentar su tamaño.
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El envejecimiento es un proceso inevitable que comienza a los 20 años, aunque sus efectos no sean perceptibles de inmediato. Si bien la mayoría de los órganos y estructuras del cuerpo humano dejan de crecer alrededor de los 19 o 20 años, hay dos partes que siguen aumentando de tamaño a lo largo de la vida: la nariz y las orejas.
A diferencia del cabello y las uñas, cuyo crecimiento continuo es bien conocido, la expansión de la nariz y las orejas es un fenómeno menos evidente pero científicamente comprobado. Esto se debe a la combinación del desgaste del cartílago, la pérdida de colágeno y la influencia de la gravedad.
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Aunque estas estructuras están compuestas principalmente de cartílago, no es este material el que impulsa su crecimiento incesante. Con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad, los tejidos se debilitan y el cartílago se degrada, lo que hace que las orejas y la punta de la nariz parezcan más grandes.
Además, la reabsorción ósea facial, especialmente en el maxilar superior, reduce el soporte de la nariz, lo que acentúa su aparente agrandamiento. Este proceso se hace más visible en la tercera edad, cuando la estructura facial cambia y las orejas y la nariz destacan más.
El fenómeno es inevitable y natural, pero en la actualidad existen tratamientos estéticos que buscan contrarrestar estos cambios, como rellenos dérmicos y cirugías reconstructivas.
Fuente: Todo Jujuy
Foto: Doctora Meli