En una emotiva entrevista con Radio 3, Daniel Santucho, nieto recuperado, compartió su historia sobre el largo y angustiante camino que recorrió hasta descubrir su verdadera identidad. “A los 21 años, mi hermana mayor me planteó que nuestros padres no eran nuestros padres biológicos, pero no tenía pruebas para darme”, comenzó relatando. Al confrontar a quien creía que era su padre, este lo negó rotundamente. A pesar de las sospechas, Santucho vivió más de 20 años sin buscar ayuda, “con mucho temor, mucho miedo de pedir ayuda o acercarme a Abuelas”.
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Durante años, la angustia y el miedo lo paralizaron, especialmente porque quien lo había criado había sido policía durante la dictadura. Sin embargo, el deterioro de la relación con él y un proceso de acompañamiento terapéutico lo llevaron a enfrentar la verdad. “Me di cuenta que era una mala persona y que me mentía en cosas diarias. Entonces pensé, ¿por qué no mentiría diciendo que era mi papá?”, expresó Daniel. Fue en ese momento que decidió pedir ayuda a Abuelas de Plaza de Mayo y someterse a un análisis de ADN, el cual confirmó que no era hijo biológico de quien lo había criado.
Una de las primeras informaciones que recibió tras el resultado positivo fue la imagen de su madre, Cristina Navajas de Santucho, quien había sido secuestrada en julio de 1976 estando embarazada de dos meses. Pasó por varios centros clandestinos hasta llegar al Pozo de Banfield, donde nació Daniel. Su madre continúa desaparecida desde entonces. “Poder recuperar mi historia y mi familia es algo que nunca imaginé, pero que me llena de una inmensa felicidad”, afirmó Santucho emocionado.
Miguel, hermano de Daniel, destacó la incansable lucha de su abuela Nélida, quien inició la búsqueda sin saber con certeza si su nieto había nacido. “Mi abuela lo buscó hasta el último día de su vida”, dijo Miguel. También subrayó el valor de las Abuelas de Plaza de Mayo en el proceso de búsqueda y la importancia de su labor en la recuperación de la identidad de cientos de personas. “Quedan más de 300 nietos y nietas por recuperar su identidad”, recordó Miguel.
Daniel también reflexionó sobre lo importante que es conocer la verdad, no solo para él, sino para las generaciones futuras. “Mis hijas estaban creciendo con una identidad que no les correspondía, y darme cuenta de eso me impulsó a seguir adelante. La verdad es lo más importante y es sanadora”, afirmó. Además, hizo un llamado a aquellos que puedan tener dudas sobre su identidad para que se acerquen a Abuelas y busquen respuestas.
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Por último, tanto Daniel como Miguel hablaron de su visita a la comarca andina, donde participaron en actividades organizadas por el nodo de Abuelas de Plaza de Mayo. “Venimos a sentir la energía de este lugar, la gente y la lucha de quienes aquí también buscan recuperar identidades”, concluyó Miguel, mostrando su agradecimiento por el trabajo colectivo que se realiza en la región.
Fuente: Noticias Argentinas.
Foto: Noticiar.