Un comentario de Sam Altman, CEO de OpenAI, desató el debate: responder con buenos modales a la inteligencia artificial implica un consumo energético significativo. ¿Vale la pena ser amable con las máquinas?
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¿Tenés el hábito de decir “por favor” y “gracias” cuando hablás con un chatbot como ChatGPT? Aunque parezca un gesto de educación inofensivo, detrás de ese hábito se esconde un costo invisible —y millonario— que afecta directamente al consumo energético global. Así lo reveló Sam Altman, CEO de OpenAI, la empresa responsable de este sistema de inteligencia artificial generativa.
En una respuesta en la red social X, Altman confesó que los gestos de cortesía hacia los chatbots suponen un gasto energético fenomenal. “Decenas de millones de dólares”, dijo, refiriéndose al impacto acumulado de millones de respuestas adicionales generadas simplemente por frases como “Estoy para lo que necesites” o “Gracias a vos”.
¿Por qué ocurre esto? Porque detrás de cada interacción con ChatGPT operan complejas redes de servidores y modelos de lenguaje masivo (LLM), sostenidos por infraestructura de altísimo consumo en centros de datos alimentados por GPU de alto rendimiento. Estas respuestas, aunque mínimas en cantidad de caracteres, implican un esfuerzo computacional que se traduce en más energía consumida y más recursos naturales utilizados.
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El fenómeno se amplifica al considerar la base de usuarios global. Solo en marzo de este año, ChatGPT fue la aplicación más descargada del mundo, y hoy ya cuenta con 300 millones de usuarios activos semanales. Si un pequeño porcentaje de esas personas incluye cortesías en cada interacción, el consumo agregado se dispara.
El problema va más allá de la electricidad. Como señala el sitio Genbeta, los centros de datos también utilizan grandes cantidades de agua para mantener sus sistemas refrigerados. Se calcula que 10 a 50 consultas pueden requerir hasta dos litros de agua para enfriar los equipos que las procesan.
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Ahora bien, ¿tiene sentido seguir siendo amables con una máquina? Según una encuesta publicada por el New York Post, el 67% de los usuarios en Estados Unidos usan regularmente términos como “por favor” y “gracias” al interactuar con chatbots. Un 12% incluso lo hace “por si acaso” alguna vez las máquinas se rebelan. Para Kurtis Beavers, director de Copilot en Microsoft, el lenguaje amable influye en la calidad de la interacción: “Cuando se detecta amabilidad, es más probable que se responda con amabilidad”.
La cortesía digital, entonces, abre un dilema: entre la educación humana y la sustentabilidad, ¿qué deberíamos priorizar?
Fuente: TN
Foto: Archivo