Las fuerzas de seguridad de Honduras informaron este lunes que detuvieron a un sospechoso por la masacre que dejó el sábado 13 muertos en el norte del país e iniciaron el decomiso de armas en varias cárceles, luego de que 46 reclusas murieran la semana pasada en un enfrentamiento entre bandas dentro de un penal.
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Efectivos de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) y la Policía Nacional se desplegaron en Choloma, la tercera mayor ciudad del país, a 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, donde un ataque armado en un bar donde se celebraba un cumpleaños dejó al menos 13 muertos y dos heridos graves.
El ministro de Seguridad, general Gustavo Sánchez, a cargo de la “Operación Candado” dispuesta el domingo por la presidenta Xiomara Castro, consistente en allanamientos y retenes, reportó que fue detenido un sospechoso de haber participado de la masacre.
Por decreto de Castro, en Choloma rige desde el domingo, y en principio por dos semanas, toque de queda entre las 21 y las 4 del día siguiente, y una medida idéntica entrará en vigencia el 4 de julio en la vecina San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande del país.
La mayoría de los fallecidos en esa masacre son operarios y mecánicos de la empresa Sitragsam, que festejaban el cumpleaños de uno de ellos, y también se identificó entre las víctimas a la presidenta del sindicato de esa compañía, Xiomara Cocas, y al hijo de ésta Eduard Meléndez, según el diario hondureño La Tribuna.
Hombres vestidos con uniformes de la Dirección Policial de Investigación (DPI) y fuertemente armados irrumpieron en el bar y, sin mediar palabras, abrieron fuego indiscriminadamente contra los presentes, según varios medios locales.
“Yo escuché cuando gritaban ‘no dejen a nadie con vida, mátenlos a todos’, era un hombre que daba las órdenes”, dijo un sobreviviente, según la agencia de noticias Europa Press.
Otra versión citada por la prensa local afirmó que los atacantes, simulando una operación de fuerzas de seguridad, ordenaron a los presentes tumbarse boca abajo y luego les dispararon a las nucas.
Castro anunció el domingo la “Operación Candado” y el toque de queda, y ofreció una recompensa equivalente a unos 32.000 dólares para quienes den información que conduzca a la captura de los responsables de la masacre de Choloma y de otra reciente en San Pedro Sula, que dejó ocho muertos.
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Las autoridades trabajan con la hipótesis de que la matanza de Choloma está relacionada con la Pandilla 18, un grupo criminal que actuaría en represalia por las últimas acciones para retomar el control en las cárceles del país, según el diario local El Heraldo.
De ese modo, la masacre del sábado estaría relacionada con el enfrentamiento entre bandas criminales ocurrido el martes pasado dentro de la Penitenciaría Femenina de Adaptación Social de Támara, a 25 kilómetros al norte de Tegucigalpa, que terminó con 46 reclusas muertas.
Como consecuencia de ese hecho, la PMOP inició este lunes el decomiso de armas de fuego dentro de prisiones, con el propósito de pacificarlas, informó el comandante de la fuerza, coronel Fernando Muñoz, en conferencia de prensa.
El oficial exhibió un fusil, cinco revólveres con municiones, dos granadas de fragmentación y teléfonos móviles que, según dijo, fueron hallados en “uno de los módulos donde está instalada la Pandilla 18” en la cárcel para hombres en Támara, según la agencia de noticias AFP.
Al día siguiente de esa matanza, Castro relevó al ministro de Seguridad, general Ramón Sabillón, y designó en su lugar a Sánchez, hasta entonces jefe de la Policía Nacional.
Asimismo, la mandataria ordenó entonces a la PMOP que tomara el control de los 21 establecimientos penales del país a partir del 1 de julio próximo, aunque Muñoz dijo este lunes que adelantó “por sorpresa” esa operación.
El coronel advirtió que la PMOP va a requisar también el módulo de la cárcel de Támara donde están recluidos miembros de la Mara Salvatrucha, la otra gran organización criminal que actúa en el país.
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Asimismo, señaló que “volando no entran” las armas a las cárceles y “solo hay una manera de que entren”, en alusión a una probable colusión de los guardiacárceles, y prometió: “Aquí se acabó la corrupción en los centros penales”.
Fuente: Télam.