Seis sacerdotes católicos fueron detenidos en Nicaragua, elevando a 11 el total de clérigos arrestados desde el 20 de diciembre. Este hecho profundiza la tensión entre la Iglesia Católica y el gobierno de Daniel Ortega.
Entre los últimos detenidos se encuentran monseñores Silvio Fonseca, Miguel Mántica y Marcos Díaz, junto a los sacerdotes Gerardo Rodríguez, Mykel Monterrey y Raúl Zamora, todos prestando servicios religiosos en iglesias de Managua.
Estas detenciones se suman a las ocurridas el 20 de diciembre, donde fue arrestado el obispo Isidoro Mora y dos seminaristas. Posteriormente, se detuvo al vicario general de Managua, Carlos Avilés, y los sacerdotes Héctor Treminio, Fernando Calero y Pablo Villafranca.
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Las autoridades nicaragüenses no han respondido a las denuncias. La vicepresidenta Rosario Murillo calificó a los religiosos como «diablos» que siembran «odio» en el país.
La Iglesia Católica y el gobierno de Ortega han mantenido una relación tensa desde las protestas de 2018, con acusaciones mutuas. La ONU y figuras eclesiásticas internacionales han expresado su preocupación por la situación de los religiosos detenidos.
Fuente: Télam
