En una operación coordinada, el personal policial y municipal de Playa Unión tomó medidas en una fiesta clandestina de la que eran parte unas 300 personas.
El lugar contaba con instalaciones para el evento, incluyendo baños químicos, música proporcionada por un DJ y hasta venta de entradas. Ante la violación de las normativas vigentes, las autoridades procedieron a evacuar a la totalidad de los presentes y a identificar al propietario del lugar.
Para documentar el hecho, se labró un acta de constatación que será presentada ante el juez de faltas correspondientes.