Nuevos frescos en excelente estado, incluyendo uno sobre el trágico mito griego de Hipólito y Fedra, han sido hallados en una excavación de Pompeya, revelando la riqueza cultural de esta antigua ciudad romana.
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El yacimiento arqueológico de Pompeya anunció este jueves el descubrimiento de nuevos frescos en perfecto estado, entre los que destaca una representación del mito griego de Hipólito y Fedra. Este hallazgo tuvo lugar en la excavación de la Ínsula de los Amantes Castos, un área compuesta por pequeñas casas autónomas de diseño reducido pero con una decoración refinada, situada en el corazón de la antigua urbe romana.
Los investigadores, que han publicado sus hallazgos en la revista digital de Pompeya, explican que la casa donde se encontró el fresco tiene un espacio limitado, careciendo del atrio característico de las residencias más opulentas de Pompeya. En sus paredes espléndidamente decoradas, se ha descubierto la representación de Fedra, la princesa cretense que se enamoró trágicamente de su hijastro, Hipólito. Además de esta escena central, se han encontrado imágenes de un symplegma (coito) entre un sátiro y una ninfa, un cuadro que probablemente ilustra a Venus y Adonis, y una escena deteriorada que parece representar el Juicio de París.
Contiguo al fresco de Hipólito y Fedra, una ventana da acceso a un pequeño patio donde se realizaban trabajos en el momento de la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. En este espacio, se descubrió un pequeño larario (altar) decorado con intrincados motivos vegetales y animales sobre un fondo blanco. En la parte superior del larario resalta la figura de un ave rapaz, probablemente un águila, que sostiene una rama de palma, junto a dos serpientes enfrentadas alrededor de un altar circular que recibe ofrendas florales.
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Las decoraciones del altar incluyen también una piña que sostiene un huevo, así como representaciones de un higo y un dátil. En el patio, se encontró una gran piscina con paredes pintadas de rojo, rodeada por un canal que dirigía el agua de lluvia hacia un pozo conectado a una cisterna subterránea.
En el interior del altar, se hallaron objetos rituales de la última ofrenda antes de la catástrofe, como un incensario de cerámica y una lámpara, ambos con marcas de uso. Asimismo, en la superficie del altar se descubrió un elemento de mármol rojo que representa un rostro atribuido a la esfera dionisíaca, posiblemente un Sileno.
Estas excavaciones son parte de un ambicioso proyecto en la zona central de Pompeya, que ha incluido la construcción de pasarelas elevadas para que el público pueda explorar y apreciar el área excavada. El director del parque arqueológico, Gabriel Zuchtriegel, destaca que este esfuerzo representa un ejemplo de arqueología pública, un proceso que combina conservación, investigación, gestión y accesibilidad para crear un «circuito virtuoso» en la divulgación del patrimonio cultural.
Fuente y foto: 20 Minutos