Científicos descubren que el corazón no solo recibe señales del cerebro, sino que posee un sistema nervioso propio, que regula sus latidos de manera autónoma y compleja. Este hallazgo podría transformar la forma en que entendemos las enfermedades cardíacas.
MIRÁ TAMBIÉN | Luis Miguel llegó a Argentina para despedir su tour internacional
Durante mucho tiempo, se creyó que el control del ritmo cardíaco estaba bajo el dominio exclusivo del sistema nervioso autónomo, que coordina funciones corporales al recibir señales del cerebro. Sin embargo, un reciente descubrimiento ha puesto en duda esta creencia, revelando que el corazón tiene su propio sistema nervioso, que juega un papel crucial en el mantenimiento y control de sus latidos.
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia, liderados por Konstantinos Ampatzis, profesor del Departamento de Neurociencia, han identificado un sistema nervioso complejo dentro del corazón, denominado «sistema nervioso intracardíaco» (IcNS), incrustado en las capas superficiales de la pared cardíaca. Este «pequeño cerebro», como lo describen los científicos, es fundamental en la regulación del ritmo cardíaco, de una forma similar a cómo el cerebro controla funciones rítmicas como la respiración y la locomoción.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, se basó en la investigación de corazones de peces cebra, un modelo ideal para el estudio de la fisiología humana. Los científicos utilizaron técnicas avanzadas de secuenciación de ARN de célula única y electrofisiología para identificar una sorprendente diversidad de neuronas en el IcNS. Lo más sorprendente de este hallazgo fue que las neuronas del corazón tienen la capacidad de generar patrones eléctricos rítmicos, como los que coordina el cerebro para controlar el movimiento y otras funciones automáticas.
MIRÁ TAMBIÉN | Defensa y Justicia se enfrenta a Unión en la última fecha de la Liga Profesional 2024
Este descubrimiento desafía la visión tradicional de que el corazón solo sigue las órdenes enviadas por el cerebro. Los investigadores han demostrado que el corazón no solo recibe información del cerebro, sino que también tiene la capacidad de autorregular su ritmo, actuando casi como un marcapasos natural. Este sistema neuronal del corazón tiene la capacidad de generar su propio ritmo eléctrico, independientemente del sistema nervioso central.
Para estudiar este fenómeno de manera más precisa, el equipo de investigación utilizó una técnica innovadora que bloqueó temporalmente las contracciones del corazón utilizando blebbistatina. Esto permitió observar el comportamiento de las neuronas sin la interferencia de los movimientos musculares. Esta metodología podría aplicarse en futuras investigaciones para explorar redes neuronales en otros órganos del cuerpo humano.
El hallazgo tiene un gran potencial para transformar el campo de la cardiología. Comprender cómo el sistema nervioso del corazón contribuye a la regulación del ritmo cardíaco podría ofrecer nuevas perspectivas sobre enfermedades cardíacas y, en particular, las arritmias, trastornos que afectan el ritmo normal del corazón. Como explica Ampatzis, «Este descubrimiento nos abre la puerta a nuevos enfoques para prevenir y tratar enfermedades cardíacas, especialmente aquellas relacionadas con irregularidades en el ritmo cardíaco.»
MIRÁ TAMBIÉN | Estas son las 5 películas más buscadas en Google en 2024
El hecho de que el corazón posea un sistema nervioso complejo podría también cambiar la forma en que los médicos abordan las enfermedades cardíacas, especialmente aquellas que hasta ahora se consideraban exclusivamente producto de alteraciones externas o del sistema nervioso central.
Este «minicerebro» en el corazón no solo resalta la sofisticación de este órgano vital, sino también la increíble capacidad de autorregulación que posee. Lejos de ser simplemente un músculo que bombea sangre, el corazón es un órgano con una inteligencia biológica propia, que podría revolucionar el tratamiento y comprensión de enfermedades cardíacas en el futuro.
Fuente: TN
Foto: Vietnam