Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid revela que el Valle Alto del Lozoya ofrecía recursos suficientes para mantener a un grupo de 34 neandertales hace 90.000 años.
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Un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha determinado que el Valle Alto del Lozoya, en la Comunidad de Madrid, fue un lugar privilegiado para los neandertales. Según el estudio, este entorno contaba con una gran disponibilidad de recursos cárnicos, lo que permitió que una comunidad de aproximadamente 34 individuos pudiera asentarse allí de forma estable hace 90.000 años.
Los resultados de la investigación, publicada en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, destacan la presencia de grandes herbívoros como el uro y el rinoceronte estepario, así como especies como gamos, jabalíes, castores y caballos, que habrían garantizado un suministro continuo de alimento.
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El análisis se centró en el periodo en el que se formó Cueva del Camino, uno de los yacimientos más relevantes para el estudio de los neandertales en el centro de la península ibérica. Los investigadores han estimado la cantidad de carne disponible en el ecosistema del valle en aquella época, concluyendo que se trataba de una región llena de vida, comparable a otros grandes yacimientos del Pleistoceno europeo, como Atapuerca, e incluso a ecosistemas africanos como el Serengueti.
Según los autores, la alta productividad del valle permitía a los neandertales evitar desplazamientos largos en busca de alimento, favoreciendo la estabilidad de su asentamiento. Este hallazgo refuerza la teoría de que los neandertales no solo eran nómadas, sino que en ciertos entornos pudieron establecerse de manera más permanente.
Fuente y foto: EFE